¿Qué valor me doy a mí?
Disfrutarme en la soledad,
hacerme responsable de mis sombras,
conocerme triste, cansada, alegre, arrojada, enojada, con esperanza.
Reconocer las raíces firmes que me sostienen.
Abrazar a todas y cada una de esas que soy.
Aprendí a cuidar de mí.
Soy mi propio sostén.
AprendÍ a estar solita y crecer.
Ser mi sur, mi norte,
y no perder mi centro.
Solita más no desolada.
Con la cora bien encendida.